Procesamiento de productos hortofrutícolas

El comercio internacional de frutas y hortalizas es un sector que involucra millones de dólares y que ha tenido un crecimiento constante en los últimos dos decenios. Las frutas y hortalizas representan igualmente uno de los principales rubros de exportación y de generación de divisas para muchos países en desarrollo. La pérdida de valor de los productos hortofrutícolas frescos, como consecuencia de, por ejemplo, la disminución de la calidad durante el manejo postcosecha, el almacenamiento y la distribución, es un factor de gran importancia en las pérdidas económicas que asumen los países productores. Así mismo, en los últimos años se han registrado numerosos casos de rechazo de frutas y hortalizas en los mercados internacionales principalmente debido a: el uso de plaguicidas no permitidos o al uso excesivo de los que están permitidos, el incumplimiento de los requisitos de etiquetado y envasado, la presencia de contaminantes, la falta de la información nutricional necesaria y el deterioro de la calidad del producto debido, tanto a factores fisiológicos como patológicos.

Con el objetivo de reducir los riesgos de contaminación de productos hortofrutícolas frescos, asociados a las actividades de producción y comercialización, y de mejorar las oportunidades de mercado, los gobiernos y la industria privada en varios países en la región, llevan a cabo esfuerzos en la promoción y aplicación de las buenas prácticas durante toda la cadena de las frutas y hortalizas frescas. Dichos esfuerzos hacen énfasis en la aplicación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) durante la producción y cosecha del producto; y de las Buenas Prácticas de Fabricación/ Manufactura (BPF/BPM), especialmente durante la postcosecha del producto; así como en la aplicación de sistemas para el aseguramiento de la calidad e inocuidad, tal como el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC).